Llega a las salas la primera película escrita, dirigida e interpretada por Phaim Bhuiyan, diplomado en Diseño de Vídeo en Roma en 2017. La obra ha sido producida por Fandango y TimVision.
Cuando el cine narra la integración
Desde el principio estuvo claro que el cine era la mayor pasión de Phaim, y pudimos comprobarlo cuando presentó su proyecto en el concurso para las becas de estudio en 2014. Un vídeo de gran intensidad ambientado en las calles del barrio Torpignattara de Roma, donde nació y creció con sus padres, emigrados de Bangladesh. Obtuvo la beca, y de esta forma también queda claro que muchísimo talento y determinación son las claves de su pasión.
Phaim Bhuiyan, nacido en 1995, diplomado en Diseño de Vídeo y Producción cinematográfica en 2017, con solo veintitrés años corona su sueño de convertirse en director de la mejor forma posible: entre marzo y abril llega la película Banglà, producida por Fandango y TimVision, que ha escrito, dirigido e interpretado Phaim junto a la actriz Carlotta Antonelli. Esta opera prima ya ha recibido un premio como mejor película en la selección What's Next Italy del MIA (Mercado Internacional Audiovisual). Se trata de una comedia con muchos matices autobiográficos. El protagonista se llama como él, vive en su mismo barrio, es musulmán de familia bengalí y, enamorándose y siendo correspondido por una chica romana, tiene que lidiar con los preceptos que le imponen la castidad antes del matrimonio.
El tema de la identidad y del recorrido de integración de las tradiciones de Bangladesh con las costumbres habituales de los jovencísimos italianos ya había sido afrontado con delicada ironía por Phaim en el documental L’amore di seconda generazione, transmitido por Raidue en un episodio del programa Nemo – Nessuno escluso.
Nos hemos reunido con él justo antes de su viaje a Holanda, donde se está celebrando el International Film Festival de Róterdam, que ve su Banglà entre las ocho películas en concurso en la categoría Big Screen.
Antes de comenzar los estudios en el IED con una beca, tenías tu canal de YouTube y ya eras autodidacta. Ahora eres un profesional. ¿Cómo ha marcado la diferencia tu formación en el IED?
Me encargaba de rodar y montar, ya escribía pequeñas historias para YouTube, pero el IED me ha dado los instrumentos más preciosos, los culturales y de diseño, me ha enseñado la escritura, me ha transmitido un método para sistematizar mis ideas. He tenido la oportunidad de conocer a nuevas personas, contar con profesores capaces de cultivar mis actitudes y mis intereses.
¿Puedes contarnos algunos momentos "memorables" de tu trienio de estudios en Roma?
Hay muchísimos. Sobre todo me acuerdo de la primera vez que nos llevaron a rodar cortometrajes en un auténtico plató. Estábamos en la Film House de Formello, una localidad a poca distancia de la capital, donde desde hacía algunos años se estaban instalando las mayores productoras audiovisuales y donde se ruedan series para la televisión y largometrajes. Para nosotros, como estudiantes del primer año, fue fantástico.
Después, durante el segundo año, se celebró el IED Factory. En esas semanas las potencias transversales del IED se exprimen al máximo. Creamos un equipo con estudiantes y profesores de otras disciplinas, de otros cursos. Allí nacieron nuevas amistades y el contacto con diferentes disciplinas ha creado relaciones profesionales que continúan a día de hoy.
Por último, durante el tercer año, realicé la tesis. Para mí, que elegí un proyecto empresarial, ha sido una experiencia decisiva. RedBull nos encargó la realización de una serie de historias web sobre cuatro atletas de deportes extremos y un presupuesto para producirla. Rodamos por toda Italia con un equipo de realizadores de vídeos, diseñadores sonoros y media, para rodar las empresas de personajes que han convertido el deporte en una aventura sin límites.
¿Qué le recomendarías a un joven que quiere ser productor cinematográfico?
Que estudie, que conozca el pasado y la historia del cine. La cultura es fundamental para un creativo. Después, que amplíe y que actualice constantemente las propias competencias técnicas. Hoy, la industria del entretenimiento necesita sobre todo la versatilidad. Por último, recomiendo que acepte con humildad el hecho que las prácticas son una parte de la formación. Al principio llegué incluso a trabajar sin cobrar. Pero siempre llega el momento en el que el valor de tu trabajo ya no se pone en discusión.
Tu película trata con ironía y ligereza un tema importante, la integración de las segundas generaciones, de forma particular la de los hijos italianos de los inmigrantes bengalís en Roma. Tú eres uno de ellos, ¿qué piensas de este tema, hoy en el centro de un debate político muy candente?
Estoy convencido de que el cine, el audiovisual, pueden narrar la realidad mejor que un telediario, y que la ironía es un modo inteligente para afrontar problemas graves como estos. Las segundas generaciones son el futuro de Italia, representan un puente entre culturas diferentes. Por experiencia personal, puedo decir que el odio y la resistencia no afectan a los más jóvenes. A mis compañeros de curso no les parecía raro que yo recitase mis oraciones. Hay que tener paciencia, porque lo más difícil es cambiar las convicciones de un adulto.
Autora: Francesca Dominici