Sartorial, punk, preppy, trash, nuevo romántico, trapero, rocker, norm core, lady like… anglicismos, extraños adjetivos para el no iniciado, un rosario de palabras que evocan estilos infinitos que nacen, mueren, resurgen y se entrelazan hasta hacerse incomprensibles.
No hay un estilo y tampoco una regla, el pelo verde convive con los pantalones palazzo de aires aristocráticos, el genderless con las indómitas barbas de leñador y las siluetas neumáticas. Se lleva lo natural pero… crecen las intervenciones de estética y los centros dedicados a los tratamientos de belleza. El feminismo hace dos años asustaba y ahora vende camisetas. Llevamos los labios morados, y no por frío, sino por tendencia. Uñas como garras, faldas unisex.
La moda es tal vez la disciplina, dentro del diseño, con la mayor capacidad narrativa y lúdica. La moda nos ayuda a contar historias, a dibujar escenarios y por encima de todo a crear nuevas realidades.
Pero más allá de la parte formal y estética, que, actualmente y gracias al auge de los nuevos canales de comunicación, eclipsa las bambalinas del gran teatro del sector, la moda es una industria que está experimentando claras transformaciones estructurales. El futuro de la moda se perfila pues como un horizonte apasionante, cargado de experimentación, nuevos modelos de negocio, investigación tecnológica y apuestas por la innovación en todos los campos que la conforman.
En IEDentity hemos trabajado este número especial que funciona como un gran moodboard que se convierte en una valiosa herramienta para profesionales del diseño.
Desde nuestras páginas y gracias a los monográficos dedicados a los diversos ejes del sector (social, comunicación y producto), los expertos de nuestras sedes analizan el complejo panorama que vivimos y nos hablan de las últimas tendencias, haciendo recomendaciones que abarcan publicaciones especializadas, cuentas de Instagram y creadores de vanguardia. A través de los certeros análisis de profesionales eminentes vinculados a nuestra escuela construimos tres artículos que nos permiten reflexionar sobre los desafíos y oportunidades del inminente futuro.
La gran revolución está por llegar y está basada en la economía circular. La enorme maquinaria de la industria se contempla y observa que la dinámica desenfrenada que funcionaba hasta ahora muestra signos de desgaste evidentes.
En efecto, uno de los grandes del lujo, Burberry, reconoció haber incinerado a lo largo de 2017 artículos no vendidos por valor de 32,5 millones de euros, esta es una práctica habitual que también llevan a cabo las firmas de los grandes conglomerados como Kering o LVMH y las cifras aumentan cuando hablamos de producto de moda rápida, que termina en vertederos o incineradoras tras ser usada durante un breve espacio de tiempo.
Desde el IED impulsamos modelos alternativos que ponen en valor aspectos como la revolución maker y la revitalización de la artesanía, la aplicación de la tecnología al diseño de moda a través de wearables o la exploración en profundidad de los materiales.
Seguiremos este camino, rastreando tendencias, creando historias a través del diseño y confiando en la creatividad como motor transformador de la realidad que nos rodea. Intentaremos hacer un viaje del imperio de lo efímero de Lipovetsky a la tierra prometida de la sociedad circular a través de la moda. Es una larga travesía pero… nadie dijo que fuera fácil.