El desarrollo de eventos y ferias relacionados con la artesanía representa un valor añadido que se abre al redescubrimiento de Cerdeña.
Artesanía: ¿mercado o storytelling?
Mogoro y Samugheo, pequeños pueblos de la Alta Marmilla y del Mandrolisai, alojan desde hace años dos de los más importantes eventos relacionados con la artesanía sarda, como se ilustra en el artículo de Monica Scanu “Contar la artesanía. El ejemplo de Cerdeña”.

MURATS, Cerdeña
El primero de los dos municipios organiza la Feria de la artesanía artística de Cerdeña: una amplia exposición en la que se encuentran todos los materiales y los trabajos artesanales. La edición 2017, la número quincuagésima sexta, ha registrado unos nueve mil visitantes. Un discreto resultado, si se piensa en la facturación de las ventas, que en aproximadamente el 80% llega de los productos artesanales, y solo la diferencia de actividades relacionadas con los alimentos, la librería o los laboratorios para niños. El segundo, el único centro de Cerdeña con un museo dedicado al tejido, el MURATS (Museo Único Regional del Arte Textil Sardo), aloja la exposición Tessingiu, un evento fuertemente querido por el alcalde Antonello De Melas, por la asociación de promoción local (en italiano, Pro Loco) y por el mismo museo. De Melas se ha esforzado mucho en buscar un lugar adpto para alojar la exposición: al final la elección ha recaído sobre un buen ejemplo de arqueología industrial, la ex-bodega social, recuperada y adecuada a las normas de seguridad para la ocasión. La exposición se enriquece cada año con un calendario de convenios, laboratorios y manifestaciones enogastronómicas.
MURATS, Cerdeña
¿Qué tienen en común estas dos manifestaciones? Distintos factores: insisten sobre un territorio común, el de Oristano, tienen como tema la artesanía, se desarrollan en el mismo periodo del año, muchos de los artesanos y empresas participantes son los mismos y se caracterizan por cuidados proyectos de instalación, un gran esfuerzo organizativo y de comunicación. Sin embargo, no faltan los aspectos que se deben mejorar: ni la Feria de la artesanía artística de Cerdeña ni Tessingiu cuentan con un comisario que elija un tema conductor y proyecte una exposición para contar qué es hoy la artesanía sarda. Una figura que sea capaz de despertar la curiosidad de turistas y clientes habituales.
Sería deseable que, en el futuro, se pudiese ver el fruto del trabajo conjunto de los dos municipios, quizás ayudados por la Asesoría de turismo, artesanía y comercio de Cerdeña: podría garantizar una mayor eficacia, dar lugar a un facturado distinto y a números de otro tipo. Las dos manifestaciones siguen siendo los vectores ideales para narrar y hacer amar Cerdeña a quien no la conoce.
Autora: Valeria Atzori